Hoy en día, en pleno epicentro de la era tecnológica, es difícil encontrar quien se dedique aun a esta clase de oficios. Oficios en los que manda la imaginación y creatividad, marcados por una originalidad que las máquinas aun no saben dar, llenos de personalidad.
Da gusto pasear por una feria artesana y respirar ese ambiente desenfadado y humano que caracteriza a este tipo de sitios. Ésto se lo da la multitud de personas diferentes que se suelen reunir aquí; gentes de distintas nacionalidades, culturas y razas, pero al fin y al cabo, gente.
Nos muestran trabajos manuales, artesanos, únicos. Alfareros, talabarteros, carpinteros,...si paseas por una feria así, podrás encontrar infinidad de objetos, ya sean avalorios, ropa, instrumentos musicales, malabares,...
Sin duda, de lo más auténtico que queda hoy en nuestras calles.
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